Emprender es una decisión que requiere mucho esfuerzo. Al inicio es común dejarse llevar por el entusiasmo, pero cuando empezamos a ver las primeras dificultades surgen ciertas dudas de si estamos yendo por buen camino o no.
El rebranding es quizás una de las decisiones más difíciles que puede tomar una marca. Consiste en una estrategia de marketing para renovar una marca cambiando total o parcialmente aquellos elementos que nos permiten identificarla (la imagen, el tono de voz, la cultura, el propósito).
El rebranding es una estrategia de marketing para renovar una marca cambiando total o parcialmente aquellos elementos que nos permiten identificarla. Por lo tanto, el objetivo del rebranding no es nunca la creación de una marca nueva, sino una evolución de la marca existente para que pueda competir en un mercado en constante evolución cambiando su percepción.
La mayoría de las marcas van actualizando su identidad a lo largo de su vida, ya sea con cambios más pronunciados o más discretos, haciendo variaciones de la marca original o cambiándola por completo. En definitiva, el rebranding es poner en duda lo que una marca ha venido haciendo hasta el momento, ya sea por los cambios en el entorno o por un cambio en la filosofía de la organización, por la necesidad de dirigirte a un nuevo target o la curiosidad de explorar nuevos mercados.
¿Cuándo necesitas un rebranding?
El valor de una marca se mide por cómo ésta es percibida en el mercado. Si la imagen que transmite la tuya no es lo que buscas, ha llegado el momento de darle una vuelta. Existen diversas razones que hacen que el rebranding sea más que necesario:
Tu público objetivo ha dejado de identificarse con la marca; ese momento en el que te das cuenta de que tu proyecto ya no es tan relevante para ellos como lo era antes. Han dejado de encontrar en ti aquello que andaban buscando. Al fin y al cabo, tu audiencia no es estática, sino que va evolucionando en base a las nuevas tendencias, la tecnología
Puede que tu marca esté bien posicionada para un objetivo concreto, pero si las nuevas tendencias del sector han hecho que éste cambie ha llegado el momento de buscar una nueva identidad que refleje ese cambio en los productos, en el propósito o en la cultura de tu marca. ¡Ha llegado el momento de un rebranding! Ya puedes empezar a estudiar tu target, tus productos y precios, tus estrategias de promoción.
Cuando tu marca ha llegado a una fase de madurez; como pasa en la vida de cualquier empresa, tras la fase inicial en la que se da a conocer y, si todo sale bien, empieza a crecer exponencialmente, a menudo, de forma inevitable, llega una fase de declive. Si has llegado a este punto empieza cuanto antes un rebranding para asegurarte de no acabar en fracaso.
Como cuando surgen nuevos mercados; lo más probable es que si deseas expandir tu proyecto geográficamente debas recurrir a un cambio de marca para adaptarte a los nuevos mercados de la nueva ubicación. Muy necesario si quieres conectar con las nuevas audiencias y conseguir que entiendan y recuerden tu marca.
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